Alma vive en un lugar conocido por cada uno de nosotros. Alma nos susurra canciones de cuna para calmar nuestras noches oscuras, y nos despierta con el canto del nacimiento de un nuevo día lleno de alegrías y de ilusiones. Todos conocemos a Alma... sólo que......hemos dejado de escucharla.

Coloca una mano sobre tu vientre y reposa la otra sobre tu corazón. Si silencias durante unos instantes la perturbadora voz que nace de tu cabeza controladora y racional, permitirás que la voz de tu Alma se exprese y hable. “¿Qué me dirá? “Te preguntarás. No tengas miedo. Te hablará de cosas bellas. Sobre el amor, sobre la belleza. Te leerá textos enriquecidos de dulces palabras, y te dirá sin miedo todo aquello que un día no quisiste escuchar pero que siempre deseaste realizar. No te confundas. El Alma no es un ser diferente a ti, ni está separado de ti. El Alma eres tú.

Así es como empecé a permitir y a sentir mi Alma, y así es como empecé a escribir cuentos. Lo que escribo nace de mi corazón y va directo al corazón. Sólo hay que abrirse para recibir la sencillez de sus palabras, y sólo hay que ser, para que el día en que creas que nada tiene sentido, la voz de estos relatos, den aliento a tu desesperanza y alegría a tu nostalgia.

Soy y seré un canal para que historias como estas broten de mi alma, y para que mis pequeñas manos, de dedos cortos y achatados, sean el instrumento idóneo para imprimir en una hoja en blanco lo que día a día la vida me va cantando.

Con mucho amor.....

el Alma del ser que se hace llamar Mireia

viernes, 27 de mayo de 2011

Estaba paseando lentamente, cerca de un acantilado rocoso, desde el cual podia ver el fondo del mar. En aquel instante me sentí pequeña. ¡Qué equivocación por mi parte! A veces el sentimiento nos confunde. Más bien, me hubiera gustado creer que formaba parte de ese fondo. Que podía sumergirme en él. Depositar todos mis miedos. Enterrar mis penas. Me quedé mirando el horizonte, y entonces sí me sentí pequeña. Miré el cielo, y entonces me sentí diminuta. Miré al mar, y lo que puede apreciar es que esa imnensidad de aguas claras y profundas puede abarcarme por completo y lo único que yo debo hacer...es dejarme abrazar.

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