Alma vive en un lugar conocido por cada uno de nosotros. Alma nos susurra canciones de cuna para calmar nuestras noches oscuras, y nos despierta con el canto del nacimiento de un nuevo día lleno de alegrías y de ilusiones. Todos conocemos a Alma... sólo que......hemos dejado de escucharla.

Coloca una mano sobre tu vientre y reposa la otra sobre tu corazón. Si silencias durante unos instantes la perturbadora voz que nace de tu cabeza controladora y racional, permitirás que la voz de tu Alma se exprese y hable. “¿Qué me dirá? “Te preguntarás. No tengas miedo. Te hablará de cosas bellas. Sobre el amor, sobre la belleza. Te leerá textos enriquecidos de dulces palabras, y te dirá sin miedo todo aquello que un día no quisiste escuchar pero que siempre deseaste realizar. No te confundas. El Alma no es un ser diferente a ti, ni está separado de ti. El Alma eres tú.

Así es como empecé a permitir y a sentir mi Alma, y así es como empecé a escribir cuentos. Lo que escribo nace de mi corazón y va directo al corazón. Sólo hay que abrirse para recibir la sencillez de sus palabras, y sólo hay que ser, para que el día en que creas que nada tiene sentido, la voz de estos relatos, den aliento a tu desesperanza y alegría a tu nostalgia.

Soy y seré un canal para que historias como estas broten de mi alma, y para que mis pequeñas manos, de dedos cortos y achatados, sean el instrumento idóneo para imprimir en una hoja en blanco lo que día a día la vida me va cantando.

Con mucho amor.....

el Alma del ser que se hace llamar Mireia

Palabras mágicas para el alma


“Acoge a la tierra en tu cuerpo débil y cansado.
Permite que su sangre rica y deliciosa penetre células y huesos.
Que el dolor acumulado por llantos y recuerdos fluyan como ríos y torrentes.
Nada permanece. Por eso al contemplar el sol, contempla también las nubes que en cierto momentos le acompañan.
Las mismas nubes que cubren su luz, son las que al marchar permiten que la luz irradie con más fuerza y brillo.
El silencio es el gran compañero.
Aquel que entiende de sonidos y de ecos, y que permite que el vacío se manifieste.
Al sentir tu silencio; sientes tu ritmo.
Una melodía profunda que nace de tu ser y que te acompaña en cada paso del camino.
Todos hemos nacido con una.
Cada melodía es única y especial, y sumamente necesaria para que el universo toque su canción completa”

mireia
"Ser capaz de llevarse por el viento no es símbolo de debilidad ni de letargo.
Al volar permites que las puntas de tus pies rocen con delicado perfume el suelo.
No tengas miedo. Escribe. Escribe siempre que puedas las bellas palabras que nacen de tu pecho abierto al sol.
Nada puede impedir que la belleza del ser se exprese, porque su autentica naturaleza es esa.
Estas palabras nacen de tu profunda sabiduría.
No las niegues, porque te niegas a ti misma.
Si al verlas escritas te ayudan a reconocer lo que eres, deja que tus dedos bailen al son de la música, y expresen.
Expresar que eres una fuente llena de luz y de amor que quiere expandirse sin limitaciones.
Debes saber que todo lo ocurrido es lo mejor para ti en este momento.
Morir no significa desparecer. Es nacimiento.
Ahora no hay porque tener miedo. Ya no forma parte de ti. Lo tuviste y lo retuviste como un vestido nuevo que uno nunca quiere dejar de ponerse.
Pero tu vestido , ya lo has dejado caer.
Le besaste los pedazos rotos y pudiste ver como a través de aquellos agujeros empezabas a vislumbrar una luz tenue.
La luz que tú eres.
No cierres los ojos. Sí, la luz es potente, pero tu auténtica mirada está capacitada para observarla.
Más bien, tus ojos están deseando que la luz llegue a ellos para poder llevarla hacia afuera.
Aquí no existen los vendajes. No te sirve de nada taparte los ojos...ni tan siquiera uno.
Ábrelos, ábrelos sin miedo, sin expectativas.
Cuando reconozcas lo que eres, crecerás sin limitación.
Con una fuerza que te unirá al cielo y a la tierra.

Y es importante estar aquí. "




Alma pura que visitas en noches de luna mis anhelos más profundos.
Que despiertas recuerdos ocultos en la memoria lejana
Que vislumbras cada mañana la magia de mi existencia.

Ven, cógeme de nuevo.
No permitas que mi fragilidad imperiosa te aleje.
No permitas que el miedo a lo absurdo te relegue.

Alma pura y cristalina.
Me abro a tus alas”

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"Bailando en un mar de agua que sacia mi sed,
veo brillar bajo mi piel desnuda y fresca, una luz.

Recojo piedras,
Una a una, las toco; las siento; las amo.
Con ellas construí un muro fiero.
Llegó el momento de derribarlo.

Recojo piedras; una a una, las suelto,
Una a una las deshago

Espacio abierto sin fronteras.
En resumen....

Espacio”.

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